El encadenamiento de malas artes en la gestión de la Salud Pública por parte de las autoridades es francamente desesperante, fatídico e impermisible. Han fracasado todos los organismos oficiales en esta crisis, no sólo de España, Europa sino incluso de la OMS.
Los protocolos establecen, o deberian establecer, que frente a un caso así, se proceda a poner en cuarentena, no sólo a las personas sino también a los estados, no permitiendo la libre circulación de las personas de las zonas en cuarentena hacia fuera y tampoco hacia su interior.
Tampoco podemos suponer que unos antígenos creados contra un virus vayan a funcionar contra una variante e incluso con un añadido de ADN de otra especie.
Esperemos que, aún con retraso, se llegue a tiempo para parar esta inminente pandemia.